lunes, 25 de julio de 2011

+ el inglés de Playa del Carmen + el español de Nueva York = a México lindo y querido


En la puntita del Informe, entre grabaciones y postproducciones, entre correcciones y mal pasadas, entre fiestas y olvidos, entre la sierra y el gimnasio; me ronda en la mente los contrastes que en mis pasadas vacaciones me tocó ver.

Los mismos que habitamos en este mundo y que a simple vista nos parecemos (los de Nueva York, de Quintana Roo o los de la esquina de mi casa), cuando nos encontramos en distintos ambientes algunos intentamos no ser lo que somos o bien nos aferramos a llevar, hasta en el bolsillo, la tierra de donde venimos.

Mi primera parada en Playa del Carmen: todos los que ofrecían servicios lo hacían en inglés, (skiusmi, dis is Mejico?), carambas, en cada compra había que hacer el cambio de dólar a peso.

Mi primera parada en Nueva York: un mesero me ofreció el menú en español, de ahí en el metro, en museos, en las calles, en los restaurantes o en las tiendas, sólo escuchaba español.

Los que están lejos, disfrutan ser lo que siempre fueron. Los que viven donde siempre, parecen lo que nunca fueron.

Quisiera hacer una conclusión de las ideas tan disparadas de este texto, pero no la encuentro, por tanto no la tengo. Que precioso es el caribe y que hermoso es Nueva York.

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