sábado, 11 de septiembre de 2010

Así de enredado, como la vida (Lo bueno de despertar es que podemos volver a dormir para pintarte de distintas maneras en esta vida de sueños)

En un lugar muy lejano llamado El Puerto de Esperanza, donde a 40 grados no hace calor y a menos 15 no hace frío existía yo, en donde los sueños se hacen realidad, al cerrar los ojos me vuelvo astronauta, princesa y hasta a veces pirata.

De vuelta a la realidad una palabra escurridiza que no acaba de entrar en mi memoria que tiene que ver con ser el primero.

Ser el primero es un factor de riesgo… ser el primero es ser el mejor?

Ser el primero de la fila, no te garantiza el mejor lugar para la función.

El evangelio de San Marcos dice “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor del primero”, no desde el punto de vista religioso, sino como obra de la literatura, que tiene que ver sobre el buen manejo del orgullo.

Un poquito de orgullo es bueno, se debe tener el corazón lleno de orgullo, de los éxitos, de los logros de cada día, del progreso, de darme cuenta, al menos en alguna mañana, que soy mejor persona.

Hay quienes sueñan con sentirse orgullosos de sus logros, yo vivo orgullosa de tener orgullo.

Junto al orgullo está la lucha por no perder la carrera persiguiendo sueños.

A que sueño?, porque sueño?

Y si los sueños se hacen realidad, después que vamos a soñar? Sólo sé que los sueños se renuevan, no siempre ha sido la misma “La vida de mis sueños” y te he pintado de distintas maneras a lo largo de esta vida de sueños.