Sabia virtud de conocer el tiempo, a tiempo amar…
Más allá de un pellizco en el brazo, del dolor que causa un machucón, el sufrimiento que provoca la herida hecha con una hoja de papel o el ardor de una gota de limón en el ojo, existen segundos aislados que me hacen saber que estoy viva:
El segundo en que pude ver como una rayo alumbraba a un árbol
Cuando desde la ventana de un auto disfruté del brillo del agua empujada por las llantas
Y como olvidar cuando desde las alturas ví las sombras que las nubes dibujan en el suelo
O como diría Snoopy “felicidad es ver llover y ni mojarse”
“… aquel amor a quien amé a destiempo”
Ni modo, deje pasar el momento
