domingo, 25 de abril de 2010

El placer mismo del grito. Te llamarás GRITO

Gritos de histeria
Cuando grito de placer
A grito pelado
Poner un grito en el cielo
Donde se ahogan los gritos
Pidiendo a gritos

En más de una ocasión he gritado a medio sueño por susto o por miedo, otras en el estadio nomás de emoción. Oye... hey... aquííííííííí... aquííí estooooy, este grito solitario me da pena, pero en grupo me gusta gritar.

Son más lindos mis gritos que mis cantos, me gusta gritar canciones y sobre todo aquellas de sufrimiento. Un aaaaayyyyy me libera del dolor cuando el dedo chiquito del pie se me atora en la puerta por andar de noche deambulando por la casa.

Audible o sordo el grito me acompaña siempre, para hacerme evidente el placer, para liberar el estrés, para decirme lo mucho que sufro o cuando necesito que me escuchen.

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