viernes, 30 de abril de 2010

Arráncame la vida

La canción que pedías
te la vengo a cantar
la llevaba en el alma
la llevaba escondida
y te la voy a dar

Arráncame la vida
con el último beso de amor
arráncala toma mi corazón
(Agustín Lara)

Arráncame la vida, arráncame la vida....

"Estaba sola, divertida con mi futuro, casi feliz"
(Arráncame la vida de Ángeles Mastreta)

domingo, 25 de abril de 2010

El placer mismo del grito. Te llamarás GRITO

Gritos de histeria
Cuando grito de placer
A grito pelado
Poner un grito en el cielo
Donde se ahogan los gritos
Pidiendo a gritos

En más de una ocasión he gritado a medio sueño por susto o por miedo, otras en el estadio nomás de emoción. Oye... hey... aquííííííííí... aquííí estooooy, este grito solitario me da pena, pero en grupo me gusta gritar.

Son más lindos mis gritos que mis cantos, me gusta gritar canciones y sobre todo aquellas de sufrimiento. Un aaaaayyyyy me libera del dolor cuando el dedo chiquito del pie se me atora en la puerta por andar de noche deambulando por la casa.

Audible o sordo el grito me acompaña siempre, para hacerme evidente el placer, para liberar el estrés, para decirme lo mucho que sufro o cuando necesito que me escuchen.

viernes, 9 de abril de 2010

A la vida como de un bonggie

Todos tomamos decisiones que implican riesgos o son un cambio importante en nuestras vidas, otras cotidianas sin importancia, basadas en lo que queremos, como helado de vainilla en lugar de fresa, me pongo falda o pantalón, tomo esta ruta o esta otra.

Hay otras que se toman por necesidad: "eso que voy a decidir me causará problemas irremediables en un futuro o podría perjudicar a terceras personas".

Pero tomar decisiones de cualquier índole es inevitable en nuestras vidas.

Yo prefiero aventarme a la vida como de un bonggie, aunque sé que algunas decisiones merecieron o deben tomarse con más conciencia, como cambiarme de trabajo, dejar en el pasado a alguien, desnudar mis sentimientos de frente, tomar un autobús, levantarme y salir a la calle sin rumbo... y nunca me he arrepentido, es más, éso es lo que le ha dado sentido a mi vida.

Elección, valentía, voluntad, libertad, todo eso puede ser, a veces es bueno “aventarme como el borras”, tomar riesgos así, sólo porque quiero, es vivir en libertad, hoy metafóricamente me aventé a la alberca de un brinco y se me fue el aliento, así sin pensar.